Markus Ibert (Copenhagen Business School) analiza esta cuestión en el artículo
“What do mutual fund managers’ private portfolios tell us about their skills”, Journal of Financial Intermediation 53 (2023).
La intuición dice que si un gestor está convencido que puede batir los índices invertirá en sus fondos, y si piensa que no, pues no lo hará. Él investigador consiguió información de las carteras personales de 363 gestores, y vio que solo 24% de ellos lo hace.
Efectivamente, su intuición fue corroborada en que los gestores que invierten a título privado en sus fondos baten sus índices en un 0.45% al año de media, y a los gestores que no lo hacen en un 0.91% al año. Además, cuanto más invierten, más retorno generan.
Es decir, la alineación de intereses que como inversores pedimos a los gestores de las empresas en las que invertimos funciona también al nivel de los gestores de fondos.
Solo en EE. UU, se les obliga a los gestores hacer público el detalle de sus inversiones. Es una información valiosa de la que los inversores en fondos carecen. Nosotros, en Valentum Asset Management invertimos toda nuestra riqueza financiera en nuestros fondos, porque estamos convencidos que podemos hacerlo bien (ojalá no nos equivoquemos).
Si un gestor es capaz de batir los índices, entonces esa capacidad disminuye con el tamaño del propio fondo (sobre todo por limitaciones de liquidez en las inversiones). El tamaño del fondo por otro lado depende de la capacidad percibida de batir los índices de los gestores por los inversores. Por lo tanto, lo ideal es un fondo que sea pequeño relativamente a la capacidad de los gestores, dicho de otra manera, donde la capacidad de los gestores es superior a su capacidad percibida.
Entonces, la inversión por parte de los gestores indicaría que ellos consideran que el tamaño del fondo no refleja su capacidad de gestión, lo cual sería información valiosa para los inversores. Sin embargo, no tienen acceso a esa información.
Luego está la inversión por cuenta personal (“PA” por sus siglas en inglés”). Aquí, los gestores invierten parte de su riqueza directamente en valores. Muchas veces son títulos que por las razones que sean no pueden entrar en la cartera del fondo, y en los que el gestor tiene una convicción personal. Considero que esto es negativo para los inversores en los fondos ya que distrae tiempo de análisis y seguimiento de los títulos que sí están en la cartera. Si se trata de títulos que sí están en la cartera (ignoro las restricciones legales aquí), podría ser positivo ya que demuestra convicción, pero creo que pesa más el aspecto negativo del posible conflicto de intereses (¿con una noticia negativa, venderá primer PA o primero para el fondo?)
La mayoría de los gestores suelen tener una cartera personal. Nosotros en Valentum rechazamos esto.