La respuesta es complicada, pero en general sí.
Los tipos de interés (el precio del dinero en el tiempo), es una de las principales armas de política monetaria que tiene un país. Se bajan para reactivar la economía y se suben para enfriarla. Por lo tanto, ¿qué debe hacer la bolsa cuando bajan los tipos de interés?
Si nada cambia, claramente subir, porque:
1/ Si reactiva la economía el beneficio por acción de las empresas debería subir.
2/ El tipo de descuento de los flujos de caja de las acciones baja y, por lo tanto, el mercado pagaría un múltiplo mayor por la misma compañía.
3/ Los activos con menos riesgo dan rentabilidades más bajas, lo que hace que muchos actores del mercado busquen rentabilidades más altas en activos con más riesgo.
El problema es que muchas veces los bancos centrales llegan tarde en las bajadas de tipos y las recesiones son inevitables. Si eso es así, no tiene porqué cumplirse el punto 1 y eso hace que, como todo en bolsa, no haya reglas porque si la caída de beneficios de las compañías es mayor que la caída de tipos, la bolsa debería caer.
Y ¿qué pasa con las small caps?
Pues la contestación es aún más difícil. Normalmente son:
1/ Empresas más cíclicas que las grandes, aunque esto ya no está tan claro porque ahora hay muchas empresas tecnológicas grandes que han añadido ciclicidad
2/ Empresas que crecen más, aunque el comportamiento de algunas tecnológicas grandes también le hace perder peso a este argumento.
Pues siguiendo el punto 1, lo que tenemos es más incertidumbre porque si hay recesión se verán más afectadas y volvemos a tener dos fuerzas contrapuestas.
El punto 2 sí que nos aclara algunas dudas: si son empresas que crecen más y sus flujos de caja futuros pesan más que en una compañía que no crece, las bajadas de tipos de interés implicarán una mejora de múltiplo. La razón es que la valoración de una empresa es el descuento de sus flujos de caja futuros: si los flujos de caja mayores están más lejos en el tiempo, la sensibilidad a la tasa de descuento es mayor y ese es el caso de las compañías que crecen más.
Por lo tanto, lo ideal para nuestro activo es que se bajen tipos y que no haya recesión.
Por último, el lector se puede preguntar: ¿dadas las ventajas de las bajadas de tipos por qué no mantenerlos siempre bajos? La respuesta es que con ello se recalentaría la economía provocando efectos no deseados, como la mala asignación de capital o la más visible: la inflación. Por ello, son tan importantes ahora mismo las cifras de inflación para la evolución de las bolsas. Una inflación contenida (por debajo del 2%), allanaría el camino a los Bancos Centrales para bajar tipos.
Nuestro próximo artículo explicará temas relacionados con este, como los efectos de la inflación en la economía o las dos caras de los tipos de interés.
Luis de Blas