Con buena parte de los resultados del primer semestre publicados, hemos visto una continuación de debilidad, un consumo que se va replegando y poca visibilidad en general en todos los sectores. No obstante, tampoco vemos una señal de alarma que vaya a producir una crisis demoledora. Vemos correcciones de ese crecimiento tras un periodo de consumo muy potente post-pandemia.
Eso sí, las dudas que hay en general en la economía se trasladan a los mercados que estuvieron nerviosos. En los dos primeros días de agosto los mercados cayeron fuerte, entre el 7% y 8% sin razón aparente y comenzando con una fuerte caída en Japón del 13%. Posteriormente los índices han vuelto a niveles cercanos a máximos.
La tecnología ligada a inteligencia artificial y a software que abarata procesos sigue siendo lo que mejor aguanta y sigue creciendo. Sorprendentemente, la publicidad en las grandes tecnológicas como Meta (en cartera) y Google, también sigue fuerte, algo que probablemente se debe a la tecnología que sigue abaratando los costes de publicidad porque consigue tener un mejor impacto con menos euros invertidos, es decir, un mayor retorno para el anunciante.
Los fabricantes de coches, por otro lado, sí que están sintiendo la ralentización de la demanda. Stellantis, que tuvimos en cartera pero vendimos en abril de este año, es la que acumula mayores inventarios. Volkswagen se está planteando cerrar fábricas y, en general, se empiezan a ver menores precios, tanto en nuevos como en segunda mano. En la parte alta, Porsche también sufre algo, especialmente en China, mientras que Ferrari mantiene los mejores crecimientos.
Esto me lleva a las empresas de lujo que publicaron peores resultados en el segundo trimestre. LVMH, una de las mejor gestionadas, que tenemos en Magno, creció solo un 1% mientras que otras publicaron caídas en ingresos. La tendencia también se vio en relojes suizos. Todo el lujo se vio aupado tras la pandemia y algo de corrección es normal.
En el sector aeroespacial Boeing ha continuado con sus problemas y Airbus publicó peores resultados. Sigue habiendo dificultades en la cadena de suministro, pero Montana Aerospace (que mantenemos en cartera) sigue creciendo de forma rentable y anunció la venta de su división de automoción.
Las aerolíneas aguantaron, pero las cotizaciones sufrieron tras los comentarios de Ryanair (que tenemos en cartera), en los que dijeron que hay demanda, hay pocas entregas de aviones, pero que ven caídas de tarifas. La frase es algo complicada de entender y no es algo que el resto de las aerolíneas dijesen. ¿Quizás el turista de menor poder adquisitivo es el más afectado? La realidad es que en septiembre han dicho que ya no lo ven tan mal. Iremos siguiendo los comentarios, pero pensamos que Ryanair es la aerolínea que ha hecho mejor sus deberes en cuanto a operaciones (no se asusten, a nosotros tampoco nos gusta volar en Ryanair) y está a múltiplos muy atractivos.
Los sectores más industriales son los más afectados, con poca demanda y con precios de las mm.pp. cayendo. Algunas de calidad y con buenos balances como Aperam y Arcelor pensamos que están en niveles de inversión muy buenos, aunque el momento en el que la demanda mejore es aún incierto.
Los bancos se siguieron beneficiando de la actual situación de tipos y una morosidad que no ha dado signos de repunte. El resto del sector financiero como aseguradoras, también tuvo buenos resultados, como ASR (que tenemos en cartera). Y en el nicho de gestión de activos y brokerage, vimos mejoras en resultados de las compañías que tenemos en cartera, como Flatex, Anima, Amundi y Fineco.
Para finalizar vimos como las grandes compañías de alimentación (Procter, Nestlé, Unilever) van bajando precios a medida que el coste de sus mm.pp. Este es un componente más que va haciendo que la inflación siga moderándose. Esperamos bajadas de tipos, algo que ya han avanzado las rentabilidades de los bonos que han comenzado a bajar. La clave es el momento y la velocidad en el que se bajen. Esto determinará si el aterrizaje de la economía es más abrupto (como suele ser) o más suave. De momento está siendo suave, algo poco usual.
Jesús Domínguez