Son los repartos económicos que una compañía hace a sus accionistas. Normalmente se reparten contra los beneficios del año y pueden ser a cuenta (por los beneficios de los resultados que se están generando en el año) o final (cuando ya se han aprobado las cuentas y el dividendo total en junta general de accionistas).
Además existen dividendos extraordinarios cuando la compañía tiene mucha caja acumulada de ejercicios anteriores o por un año donde los resultados han sido especialmente buenos.
También existen dividendos en especie que pueden darse cuando una compañía quiere escindir un negocio o desprenderse de una compañía en la que tiene una participación. En estas ocasiones, a veces se decide repartir (regalar) las acciones de la compañía participada entre los accionistas de la empresa matriz.